A Salto de Mata



LAS MALETAS CON CADÁVER PAGAN BILLETE COMPLETO


Debía ser una universitaria que regresaba a casa con toda su logística de los días lectivos, tenía unos veinte años y una maleta "trolley" gigantesca de color azul turquesa, que parecía más grande que ella. El maletero estaba ocupado en el nivel del suelo, así que tendría que subir la maleta al estante intermedio o... al más alto. En un ataque inconsciente de machismo
, abandoné mi maletín y me abalancé sobre el "trolley", ante el agradecimiento de su propietaria. Con estupor pude comprobar que el peso era muy superior al que yo había estimado, parecía que más allá de ropa y libros guardaba algún pesado cuerpo... ¿Sería un cadáver, bajo la apariencia inocente de la viajera?

Tras un esfuerzo que, lamentablemente, no pude disimular, recibí el agradecimiento de la joven viajera:

- Muchas gracias, ha sido muy amable... No tenía por qué haberse molestado.
- No tiene importancia, no ha sido un esfuerzo especial. En todo caso, quien puede poner alguna objeción será el revisor.
- ¡Por qué el revisor?
- No tiene por qué pasar nada pero, si se da cuenta, las maletas con un cadáver dentro pagan un billete completo.

No le pareció una buena sugerencia y su expresión dejó de ser risueña. Todavía me pregunto por qué no necesitó de mis servicios cuando se bajó.






¿CONOCES LA FÍSICA CUÁNTICA?

La pregunta me hizo volver la cabeza y ver cómo tres currantes de una reforma, que habían salido a fumarse un cigarro, se embarcaban en un debate de altura.

- No, pero he leído que...

Está claro que sus comentarios se referían al anuncio de los nuevos ordenadores cuánticos, pretendidos desde hace tiempo, y parece ser que conseguidos por "Google". Se supone que van a dejar obsoletos a todo lo existente y se repetirá el desahucio tecnológico de los actuales, como sucedió con los VHS por los DVDs, los vinilos por los CDs... Al final todo está en la red, con algunas condiciones. Está claro que la gente está en un "sinvivir" tecnológico y los tres currantes no eran unos "frikis" de la Universidad, como los protagonistas de "Big Bang", eran gente normal con inquietudes tecnológicas. No pude evitar recordar las viejas novelas pastoriles, donde rústicos pastores/ pastoras dialogaban sobre sofisticados temas mitológicos y filosóficos. Tal vez pudiéramos encontrarnos ante una nueva realidad paralela que ignorábamos. La pesadilla tomó cuerpo cuando al pedir una caña, en un bar conocido, el camarero me espetó, mientras recortaba la espuma:

- ¿Pero usted qué conoce, verdaderamente, de la Física Cuántica?  


"TRAVELLIN´BROTHERS" LOS HERMANOS VIAJEROS.  



Es conocido que los bilbaínos nacen donde les da la gana; les basta consultar el “mapamundi” de Bilbao y marcar con el dedo: “¡Aquí nazco yo!”. Lo que no sabía es que algo parecido debe suceder con la gente de Nueva Orleans, al menos tengo algunos motivos para pensarlo. “Travelin´Brothers” son una banda que interpreta Rythm & Blues” fundamentalmente, pero enraizado con las profundas y multiculturales fuentes de la música del Delta del Misisipi, concretamente de Nueva Orleans. Dicen que son de Bilbao, aunque algunos hayan nacido fuera, en Guecho, Donosti, incluso Miranda de Ebro o en Francia, naturalmente porque les pareció bien. Sin embargo yo pienso que son nativos de Nueva Orleans que eligieron nacer en Bilbao, o en los otros lugares citados, porque debió parecerles una buena idea.





La formación habitual son seis miembros: cantante, bajo, batería, guitarra, teclados y saxo, que aparecen en las grabaciones; pero la última noche de las Fiestas de Burgos tuvimos la suerte de verlos actuar en el Espacio Atapuerca, bajo el formato de Big Band, que incorpora otros tres saxos, dos trombones, dos trompetas, una tuba y dos chicas cantando, incluso tocando el violín, y el resultado fue espectacular, abrasador, incluso muy superior a las grabaciones de Estudio, ya de por sí muy buenas. Durante casi dos horas mantuvieron un viaje explicado, en la introducción de las canciones, por el cantante (Jon Careaga) y el guitarrista (Eneko Cañibano), sobre el camino sin pausa de un swing ondulante, que envolvió al público hasta la apoteosis final, cuando la banda descendió del escenario a mezclarse con el público interpretando “When the Saints, go marchin´ in”.






Tras dieciséis años de existencia, ocho discos y más de mil conciertos “Travellin´Brothers” tienen un reconocimiento internacional que, en 2015, les permitió ganar la European Blues Challenge, el reconocimiento con la mejor banda de blues europea. Su música se fundamenta en temas propios, que suenan como clásicos del R&B, particularizados según influencias godspell, dixie, soul del Sello Stax (Memphis), cajun, rock sureño… Su último disco (13th Avenue South) es fruto de los días de su grabación en Nashville, supone un salto cualitativo según sus opiniones y está lleno de la energía positiva que distingue su música y textos. Quedaron en volver el año que viene, a la espera de que el público se lo pida al alcalde y entren en el programa de fiestas. En cualquier caso es muy aconsejable verlos en cualquier lugar que se tenga ocasión. Si lo conseguís, no os dejéis engañar; aparentemente veréis unos músicos blancos que dicen ser de Bilbao y aunque la voz de su cantante no sea negra- no es la de Steve Winwood, Steve Marriot o Eric Burdon- él  vocaliza muy bien y controla la escena, pero no hay lugar a la confusión, en realidad, son negros y de Nueva Orleans. ¡A mí no me engañan!        

  

PROTOCOLO EN OSAKA.

En Osaka, la calle de los principales restaurantes de pescado, especializados en preparar el fugu (pez globo), está llena de turistas y muchos de los restaurantes tienen unas fachadas kitsch algo aparatosas por su ornamentación de pulpos y otros "monstruos" marinos... Un exceso ajeno al ascético minimalismo imperante. Ciertamente merecen ser fotografiados y a esa labor nos aplicamos los turistas.















Estaba yo despistado en la contemplación de esa imaginería, casi fallera, cuando me dí cuenta de que me estaba metiendo en el campo visual fotográfico de otro turista, que tenía aspecto de ser norteamericano o australiano. Inmediatamente retrocedí, pudo hacer su fotografía y me lo agradeció con la habitual inclinación de cabeza japonesa,,, Naturalmente yo le respondí de la misa manera y los dos nos reímos: el protocolo gestual japonés nos había impuesto sus códigos y nos habíamos entendido gracias a ello.


NADIE ME VA A CREER

¡Catacrock!

Un golpe seco sonó a mi espalda en la noche lluviosa y, al volverme, vi una sombra que se incorporaba sobre el capó de un coche ligeramente deformado por el impacto. Pero no podía haber sido un choque fuerte, ya que el individuo se había incorporado tras lo que debía haber sido una increíble costalada. Me acerqué a ver si necesitaba ayuda y me encontré con que no podía ver un rostro humano pues llevaba una máscara y se afanaba en cerrarse la gabardina. Al ver mi cara de sorpresa, quizá de susto, pretendió calmarme y me habló en inglés, por fortuna lo aprendí en el colegio y lo práctico en muchos viajes, por motivos de trabajo o vacaciones:
-       Perdone las molestias, pero no me ve la cara porque soy “Spiderman” y llevo una máscara. No sé si ha oído hablar de mí, pero estoy en Madrid pasando unos días de riguroso incógnito, por supuesto. Quiero decir que más de incógnito que en mi habitual lucha contra el crimen.
-       He oído hablar de sus aventuras a mis hijos, que leen sus “comics”, y no sé qué historia de una araña radiactiva, pero soy de otra época y entiendo poco de superhéroes. ¿Pero qué ha sucedido? No lo he visto, pero podía haberse matado.
-       Bueno, digamos que he estado un poco justo en la frenada de mi hilo de araña, aquí en Madrid los edificios son muy bajos y no he cogido el punto todavía,  aunque esté de vacaciones procuro practicar y mantenerme en forma; es necesario pues las dietas se incumplen durante ellas y los años empiezan a pesar. Si además puedo colaborar a la captura de delincuentes, mejor, pero me resulta más difícil pues no conozco bien la ciudad.
-       Lo comprendo, pero ¿No quiere ir a un hospital? En España la Sanidad Pública funciona bastante bien.
-       Muchas gracias por su oferta, que le agradezco, pero mi cuerpo tiene una constitución especial, después de la picadura de la araña, y no es necesario. Además, los superhéroes tenemos que ser discretos con nuestra identidad.  

Antes de que pudiera responder, el individuo soltó una tela de araña y salió impulsado a la cornisa de un edificio, mientras se despedía con un largo “goodbye”, que resonó en la tranquilidad de la noche.

Cuando llegué a casa no comenté nada y nunca he comentado nada a nadie. En especial a mis hijos, que durante algún tiempo creyeron que yo era el Hombre Enmascarado (The Phantom) y tuve que dejarlo porque su abuela me había estropeado el traje, dejándolo de color rosa tras un lavado. Ciertamente yo tenía un anillo de calavera, comprado en un mercadillo, pero se cabrearon mucho cuando lo contaron en el colegio y se rieron sus compañeros de clase. Para qué contar mi encuentro con Spiderman: ¡Nadie me va a creer!



CONFIANZA CON PREVENCIÓN


Abuelo, "agüelo", es una palabra muy escuchada en las piscinas, especialmente durante las vacaciones de verano. Suelen ser conversaciones inacabables llenas de confianza y preguntas, más o menos de imprevisible dificultad. Así le sucedió a un abuelo que se preparaba para salir a la piscina acompañado de su nieto de unos seis años.


- Debes darte la crema antes de salir a la piscina
- Pero por qué.
- Ya te lo ha dicho tu madre, que es para que no te queme el sol, porque te puede achicharrar sin que te des cuenta, sino te das la crema protectora.

Estaba claro que el nieto no tenía ninguna gana de que le dieran la crema, pero más sorprendente debió ser lo que había entendido de los consejos de su madre cuando dio su respuesta.

- Está bien "agüelo", pero mejor no me achicharres.



UNA SERVICIALIDAD IMPULSIVA

En septiembre de 1975 Madrid no estaba para muchas alegrías, la tensión política del final del Régimen de Franco crecía por un cúmulo de conflictos de todo tipo y procedencia: el terrorismo etarra, el juicio sumario y la condena a muertes de varios militantes de ETA y del FRAP, el posterior rechazo y aislamiento internacional del "Régimen", la Marcha Verde en el Sahara, la economía en el alero de la crisis energética y política... Así que si quería ver a la que sería mi novia y esposa, debía acercarme por Arturo Soria, donde vivía, y permanecer en la zona por órdenes estrictas de la "superioridad".

El plan consistía en que llegaba, dábamos un paseo y tomábamos una caña. Un día, una vez sentados en la mesa del bar de turno, se acercó impulsívamente un camarero muy joven que nos preguntó por lo que queríamos consumir:

"Mira, van a ser dos cañas y una ración de bravas... y de paso aprovecha para quitar tu zapato de encima de mi pie".

Su cara enrojeció de vergüenza, pero no pudimos evitar reirnos los tres y es que, algunas veces, el  entusiasmo excesivo te puede jugar malas pasadas.  



UN CÍNICO DE DIEZ AÑOS

De camino a mi estudio suelo pasar junto al Colegio Público "Antonio Machado. A la hora del recreo, como en todos los Colegios, se produce el inevitable caos de persecuciones, carreras, gritos... y múltiples partidos de fútbol. Precísamente, estas competiciones suelen provocar la pérdida exterior de algunos balones, que caen al otro lado del vallado sobre el parque anejo.   

-¡Señor! ¡Por favor! ¡Señor!... ¡Devuélvanos el balón que se nos ha ido fuera y está junto a Vd!... 

Era un coro de una docena de chavales, de unos diez años y, efectivamente, así era, se lo devolví e iba a recuperar mi camino cuando, una de las voces que había destacado con la petición ya lograda, volvió a interpelarme:

Muchas gracias, Señor, ya le diré a mi padre que vote a su partido político. 

Dificilmente podría suponer cuál era mi partido político, ya que no lo tengo, de modo que el precoz captador de votos  me "vacilaba" y demostró ser un insospechado y joven cínico, a sus diez años de edad; y una gran promesa de futuro para la clase política del sistema .                               . 



FUERA DE PLAZO.



Era una tarde preciosa de principio de verano, en Junio de 1990, y estaba en Miranda de Ebro actualizando los datos del Casco Viejo de Aquende, para redactar un programa de rehabilitación. Casi 20 años antes, había formado parte del equipo redactor del Plan Especial de Reforma Interior, que era la referencia para afrontar la  recuperación del barrio; lógicamente, la operatividad del programa necesitaba la referida actualización de los datos de edificios y habitantes, así que fui visitando cada vivienda ocupada y los vecinos me informaban cuando los residentes no se encontraban en su vivienda. Así sucedió cuando, tras terminar mi encuesta en una vivienda, llamé a la puerta siguiente y nadie respondió.

"No le va a encontrar porque ha salido a dar un paseo , es un señor mayor que vive solo y está muy malito. Hace tiempo que le operaron de cáncer y le dieron tres meses de vida."

Di las gracias a las vecinas por su ayuda y al poco tiempo, con los datos más o menos completos, abandoné el edificio y me dirigí hacia otros camino del río. El calor llenaba de vida las huertas y el arbolado próximo, inundando el ambiente de olores de plantas y cantos de pájaros: el mundo parecía magnífico y pletórico de vida. Una silueta solitaria se acercaba trabajosamente hacia mí apoyado sobre un bastón, se trataba de un anciano y el encuentro era inevitable. Cuando nos cruzamos vi que estaba llorando y miraba la exuberancia del mundo que le rodeaba, paladeándolo en su lenta marcha... No cabía duda que era el vecino ausente.   

La operación había sido en Marzo, y se agotaba su tiempo de vida, de hecho ya estaba fuera de plazo... pero la vida era tan hermosa aquella tarde de Junio que, a pesar de la soledad, las penurias y el dolor, sólo podía llorar en silencio su despedida.







UNA TRAGEDIA EN UN MUNDO IMPERFECTO. (27 de Marzo de 2018)



En nuestro mundo occidental y racional, ajeno al pensamiento mágico de la ira de los dioses, suceden accidentes, pero siempre se busca una causalidad que lleva asociada un responsable: un modo aséptico de sustituir al ritual de "el chivo expiatorio". El ser humano puede ser lo suficiente estúpido o egoísta como para provocar las mayores catástrofes, pero, en Occidente, se siente especialmente frustrado cuando surgen por causas naturales, más o menos, imprevistas; son hechos accidentales que cuestionan el discurso de certezas sobre una naturaleza sometida; pero ahí está lo imprevisible, el accidente... el drama.    

El sábado 24 de marzo de 2018, a las 13.45h. entré sin ningún problema en el Retiro por la puerta central de la calle Alfonso XII, subí hacia Menéndez Pelayo, bordeé el Estanque y ya había cruzado el Paseo de Coches (que ya no tiene coches), cuando repentinamente sonaron sirenas de la policía y los bomberos... Eran las 14.55h., veía cerrada la salida frente a la C./ Menorca y apareció la policía desviando la salida hacia la puerta del Paseo de Coches en O´Donell a quienes estábamos en la zona. El viento era muy fuerte y recordé accidentes precedentes, con víctimas, provocados por caídas de árboles a causa del viento. Al cruzar la calle Menéndez Pelayo, algunos niños se reían porque la fuerza del viento les impedía avanzar (a ellos y más gente), ajenos al drama cercano que había segado la vida de otro niño de cuatro años cuando jugaba con su padre en El Retiro, ese aciago día ventoso.    

Todo fue un cúmulo de casualidades negativas: el viento más fuerte de lo previsto y la humedad del terreno, el árbol causante había sido revisado, sin signos de riesgo de caída, y el niño y su padre estaban precisamente en el lugar de la caída, en el momento equivocado; podía haber sucedido a nadie o a otros que estábamos allí, pero les pasó a ellos. Se reclamarán medidas y responsabilidades, allá los políticos con sus trifulcas, pero lo único cierto es el drama imprevisible de una familia que merece todo el afecto y nos confirma nuestra fragilidad, porque la vida puede ser maravillosa, pero también injusta y cruel. El mundo no es perfecto.    



FORGES VIVE. (25 de Marzo de 2018)


Escuchado junto a la Maternidad del Hospital Gregorio Marañón, caminan conversando dos individuos, uno con bata y ropa médica, el otro de calle. El sanitario le comenta al otro:



- ... Así que de este modo te dejamos el espacio libre y tú ya puedes montar la máquina.

- No, si yo te lo decía porque ya no me acuerdo de cómo se monta, hace muchos años que no lo hago.
- ¡Ah! Pues si es así, podemos tener un problema...





Desconozco cómo habrá terminado tan insospechada problemática.  

















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